23/4/07

La Costa de los Piratas IV

Nos hemos saltado el que fuera Fuerte de San Francisco de Paula (por ser ese el día que comenzaron las obras), sobre el que hoy se asienta el Faro de Cabo de Gata, y también la Torre de la Vela Blanca. La excursión no da para tanto y Vela Blanca es bastante dificultosa de acceso.

Hemos ido, pues, directos a San José, apartando a un lado la joya del Cabo que necesita para ella sola mucha más dedicación.

San José de Cabo de Gata es uno de los lugares de esta costa que con mayor razón le darían el nombre de "Costa de los Piratas". Porque los hay (piratas, digo) con menos vergüenza que una mona en el culo y dejando en pañales a los berberiscos.

La especulación inmobiliaria anda colgando apartamentos en terrazas imposibles sobre las lomas que protegen la cala, coqueta y preciosa, convirtiendo la población en una colmena blanca y arracimada, derivando peligrosamente a una triste similitud con un Benidorm de bolsillo.

No es la primera vez que vengo aquí (lo hice en Septiembre pasado, acompañada de Jayel, Puck y Lucera). Entonces lucía el sol y ahora cae un aguacero a manta. Pero no es la lluvia la que le resta esplendor, sino la silueta de las grúas y la constatación del desastre.

Y para colmo... el castillo, o lo que queda de él.

La cosa fue, más o menos, así: La corona, que acababa de recuperar la plaza de Orán (española entre 1500 y 1700, aproximadamente) en la costa argelina, se temía un contraataque, así que necesitaba reforzar las defensas de la zona. El ingeniero militar Felipe Crame presentó un proyecto para ocho fortalezas, de las cuales se construyeron solo cuatro. El Fuerte de San José se comenzó a construir allá por 1733 y se terminó por el 35. Costó 150.000 reales de vellón. La fortaleza estaba excavada sobre la roca y cubierta de argamasa, y dotada de sus cuarteles, capilla, polvorín y catorce piezas de artillería de diferentes calibres distribuidas en sus tres baterías.

El proyecto de defensa constaba también de la repoblación de la zona, con pequeñas villas en San José y en los Escullos, y también con un acueducto que abasteciera de agua al fuerte y la población desde el Pozo de los Frailes. Pero no llegó a materializarse. Por lo que parece nadie estaba demasiado interesado en levantarse para cosechar en San José y acostarse cautivo en Orán. El fuerte fue decomisado y casi derruido a principios del XIX, y los trabajos de reconstrucción planeados a mediados de 1800 nunca se llevaron a cabo.

Allá por los años 60, en época de Paquito, y a pesar del hecho de que la fortaleza estaba catalogada como Patrimonio Nacional, como las del resto del país desde hacía un par de décadas, se construyó en la explanada del castillo un engendro, destinado a cuarteles de la Guardia Civil, que todavía hoy funciona como tal -y uno de los motivos por el que no pudimos visitarlo, pues al parecer no se pudo conseguir el permiso-. Se espera que las autoridades del Parque de Cabo de Gata-Níjar sean los próximos propietarios... aunque a decir verdad, uno no está demasiado seguro de que vaya a ser para bien.

Fuerte Nuevo, o de San José, en la Peña Gálvez:



En la segunda foto se aprecian, un poco mejor, los restos del lienzo de muralla.



Si tienen algo que hacer no lloren, mejor griten. Fuerte... a ver si cuela.

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